Yoni tiene un amigo. Se llama Yorsh y es de El Alto. Tiene campera de los Giant de Nueva York, gorra de Nike y pantalón imitación adidas. Y Yoni tiene ojotas hechas por los aymaras con neumático, gorrito colla y llavero de wipala. De todos modos no hay confusión y los que quieren vender algo le hablan a yoni y los que quieren información sobre para dónde queda alguna cosa se dirigen a Yorsh.

Yorsh le consiguió una pieza arqueológica del siglo XVI. A Yoni se le calló al piso y se le rompió en tres pedazos. Es en esos momentos en que Yoni extraña a Susana en la ventana que se veía de su ventana, y también extraña Connecticut, más que nada por las personas. La vamos a pegar, no te preocupes, le dijo Yorsh. No es lo mismo, dijo Yoni.