santa marta es el cara del que falei alguma vez no blog
todo dia vai danzar no democráticos... siempre busca extranjeras, rubias, a las que ofrece enseñarles a bailar, y toda una serie de trucos preparados, efectistas
es alto, de rastas, encorbado
su nombre es también el de un morro que nace (o muere) en botafogo, y también de una favela afincada en tal morro...
una amiga inglesa me contó que santa marta también ofrece clases de bandolim
se queda hasta al final... saluda a los músicos, a los mozos... es uno más del lugar
más temprano anda por Lapa buscando a ver a quien encuentra
a una ex novia, rubia, la sacó a bailar un par de veces... creo que ahí fue que lo puse medio en la mira. a partir de ahí lo empecé a criticar...
como puede ser esa vida, etc, etc...
después jugué a pensar qué pasaría si de repente todos los días comenzaba a ir a ese gran lugar... lugar que no en todo lugar ni en toda época pasa lo que ahí pasa... y en ese imaginar de repente veía como yo devenía un santa marta... entraba gratis porque conocía a una chica de la puerta... y a las cuatro cuando paraba la música me encontraba cerca de él... volvíamos a nuestras casas pateando latitas, o exitosos después de haber cosechado admiración, besoso o miradas en el baile... pero sin hablarnos ni mirarnos... rivales. eso fue un post que no sé si pensé o hice...
pero quedo en la imaginación porque después de ir dos veces seguidas me cansé... o la vida me llevó para otro lado...
la cuestión es que vuelvo a Rio después de meses
y no podía dejar de pasar por el club de los democráticos... na Lapa
Me encontré a Samuel, saxofonista de la orquesta, que me dijo que fuera su invitado.
a rita... trem das onze... com que roupas... y otros éxitos
y la cuestión es que Santa Marta estaba bailando con una chica muy linda, rubia... que le sonrreia de un modo que me daba alegría por él...
como que se lo merece... apostar a ser un hombre de la noche y de las mujeres que están de paso...
debe haber nacido en la favela que se llama como él
quizás quiere irse...
o quizás no quiere conocer a nadie que le impida dejar de ir a bailar
ahora estoy lejos de Santa Marta... ya no me imagino bailando con las chicas con las que el también podría bailar
y tampoco lo critico, como al principio
quizás en un próximo post lo deje de respetar de nuevo
pero ahora me gusta ver su sonrrisa, que se la veo por primera vez, y que aparece quizás como marca de la ilusión de sentir que las cosas funcionan... y que eso significa que quizás deja de ser Santa Marta... peor quizás también significa que es ese el momento en que llega a serlo pro primera vez...
y así el gran santa marta baila
vocë merece Santa Marta...
vai por mim...
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
Followers
Blog Archive
-
▼
2008
(86)
-
▼
May
(22)
- viva el hombre hamburguesa.
- só faltava um cameló
- dos personas en la ruleta del casino de mar del plata
- la mezturadora de pessoas
- cuento reversible:
- tres hombres apasiguaron el ardor de su espera
- escena de beso con anillo
- cuando se piensa que quizás todavía se puede hacer...
- solo podía sentarse a escribir
- un comienzo con una despedida
- No title
- la micro historia que sigue a continuación es impo...
- Vinicious se viste
- suena el teléfono
- la suerte del destino pudo haberle servidosi hubie...
- suena el teléfono
- inicio, final
- vladimir compró un carroallison veía frente a sus ...
- undefined
- santa marta
- peor que los que avanzan sólo pensando en el poder...
-
▼
May
(22)
2 comments:
Hola, estaba escribiendo un comentario y de pronto se me ha borrado todo.
Decía que yo fui una de esas aves de paso...o él, tan fácil y tan transparente que sabes desde la primera media hora qué será.
A mi me cayó muy bien, y me parece un encanto, un buen auténtico desconocido con el que intimar brevemente. Para un hombre de 39 años de vida liviana creo que son buenas las mujeres con unos cuantos desengaños a cuestas o simplemente aquellas que están de vacaciones (músico brasileño con rastas... queda fenomenal en el diario de viaje no???).
Mas sencillo que los hombres que te prometen amor y protección y en sus intentos de salir de su mediocridad hacen daño.
Yo no soy rubia, nunca le he visto bailar, ni tocar el bandolín, aunque tiene que tener su encanto, sobre todo tocar un instrumento tan pequeñin con su tamaño.
Me ha encantado tu post, y que te hayas fijado en tantos detalles de este personaje de las noches cariocas, tambien me han gustado bastante otros que he leido ya que tenía tiempo,
Un abrazo,
Eva.
que bueno Eva...
contame más...
Post a Comment