Tuesday, May 13, 2008

cuando se piensa que quizás todavía se puede hacer algo

en otro lugar, no muy lejos de ahí

otro hombre sabía que ella inevitablemente se iría

Río de Janeiro era como que le digan Bagdag, Singapur, Roma o Kuala Lumpur. Era el fin para siempre. era como que le dijera que se iba a suicidar.

porqué tanta compatibilidad, tanto buen sexo, tantas cosas para hacer juntos y tanta firmeza de ella en la decisión de que sólo se verían esa vez?????

debía hacer algo

debía lograr que ella modifique esa decisión

porque estaba frente a la certidumbre más clara que había tenido en toda su vida (sin contar las certidumbres que son tan firmes que ni siquiera llegan a formularse en la cabeza, y sólo se ejecutan)

si podría volver a encontrarla... le regalaría un anillo de plata, le lloraría, le prometería todo, todo, todo... así dicho tres veces (all, all, all... o everything, everithing, everything)

se puso su campera marrón y salió a buscarla

la buscaría por horas

pararía en una joyería a comprarle un anillo, por si la veía de nuevo...

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